Para entender dónde está parada actualmente la comunidad de Río Turbio, hace falta hacer un breve repaso por la historia, por todo lo que fue sucediendo hasta llegar al día de hoy. Todo comenzó con el descubrimiento de los primeros yacimientos carboníferos, a cargo del teniente de navío Agustín del Castillo.
Luego fue el turno de las primeras exploraciones, la extracción de carbón y la formación de los primeros campamentos, dando lugar a la conformación de la villa minera que se fundó el 14 de diciembre de 1942. Desde entonces, el camino desandado por los habitantes de nuestra localidad estuvo marcado por las luchas sindicales, el arduo trabajo en el yacimiento y la pelea por las reivindicaciones laborales. El pasado reciente acentuó este recorrido, siendo la década de 1990 un derrotero de conflictos, disputas y de decisiones tomadas en contra de los intereses de los trabajadores.
El vaciamiento de la empresa, perpetrado por el empresario Sergio Taselli, hizo que el futuro estuviera en peligro, e incluso fue una de las razones para explicar la muerte de catorce mineros en junio de 2004, cuando las fallas en la planificación dieron lugar a un incendio que se llevó las vidas de este grupo de obreros. Fue entonces cuando apareció en escena Néstor Kirchner. Siempre cerca de los mineros de Río Turbio, y ya como presidente, preparó el terreno para la recuperación del yacimiento, la llegada de inversiones, la normalización y la construcción de la Central Termoeléctrica, todas metas que fueron continuadas por Cristina Fernández. Ahora, nuestro pueblo se encontró ante la decisión más importante de todas, la de los legisladores nacionales, que tuvieron que votar para dar lugar a la creación de Yacimientos Carboníferos Fiscales Sociedad del Estado, una empresa con una figura jurídica que garantizaría el futuro de varias generaciones.
Los diputados entendieron que era viable, pero el proyecto no se pudo tratar en la Cámara de Senadores. Por esa razón, pareciera que todo se detuvo en Río Turbio. Todo quedó en stand by, todo pasó a un cuarto intermedio, por lo menos, hasta marzo, ya que se prevé que sea entonces cuando se vuelva a debatir sobre esta iniciativa en la cámara alta. De esta manera, ante esta sensación de quietud, es potestad de nuestra comunidad activar nuestro sentido de pertenencia, nuestra voluntad de lucha y lograr la unidad en pos de un mismo objetivo. Río Turbio cumple 73 años de vida, y este nuevo aniversario debe ser el último antes de que se logre el anhelo de todos los que pisaron este suelo, de todos los que trabajaron y trabajan en nuestra empresa madre: el de darle valor agregado al carbón y pugnar por que el yacimiento permita insertar a la ciudad en la matriz energética nacional. Río Turbio seguirá siendo un pueblo de luchas.
Está en su esencia, forma parte de su idiosincrasia. Llegó el momento de congregarse para afrontar la más significativa de las luchas, la que marcará el lugar que ocupará este enclave minero en el andamiaje productivo de la Argentina. Desde Patagonia Nexo alentamos este espíritu de unidad, saludamos a todos los vecinos en este aniversario y bregamos por un futuro próspero para la Cuenca Carbonífera en su conjunto.
(Fuente: Patagonia Nexo.)
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