Justo Campos, quien trabajaba en una empresa de seguridad en Comodoro Rivadavia, fue capturado el miércoles a la noche en un trabajo conjunto de las brigadas de investigaciones de esta ciudad y Cutral Có.
Estaba prófugo de la Justicia de Neuquén luego de haber sido hallado culpable de robo seguido de abuso sexual. Violó a una anciana de 82 años a la que además le robó joyas y teléfonos. Justo Fernando Campos fue capturado el miércoles a la noche en Comodoro Rivadavia por una comisión de la Brigada de Investigaciones de Cutral Có y sus pares de la policía de esta ciudad. Permanecía prófugo de la Justicia de Neuquén desde el año pasado, ya que está condenado por un caso de robo seguido de abuso sexual con acceso carnal que en 2014 tuvo como víctima a una anciana de 82 años.
El delincuente, de 39 años, se desempeñaba como personal de seguridad privada y prestaba servicios en una empresa petrolera del barrio Industrial. Incluso se encontraba en pareja con una mujer con la que residía en la calle Arigoni al 1.600 del barrio Moure. Una comisión policial de la Brigada de Investigaciones de Cutral Có presidida por el subcomisario Diego Turcatti junto al oficial principal Pablo Aguirre y al cabo primero Hugo Enrique, trabajó durante tres días en Comodoro Rivadavia para seguirle de cerca los pasos al condenado, con seguimientos que coordinaron en conjunto con la Brigada de Investigaciones de Comodoro Rivadavia. Finalmente, Campos fue capturado y puesto a disposición del Juzgado de Ejecución de Neuquén.
Según fuentes consultadas por El Patagónico, Campos se había fugado de Neuquén a fines del año pasado cuando la sentencia por el robo y violación quedó firme. El primer destino, según el rastro que pudieron seguir los investigadores, fue el valle del Chubut, pero rápidamente siguió su escape hacia Caleta Olivia y luego a Comodoro Rivadavia donde ya estaba establecido hace algunos meses y en donde hacía una nueva vida.
La causa está en manos de la fiscal Marisa Czajka y la comisión policial esperaba llegar hoy a la madrugada con el detenido a Cutral Có para ponerlo a disposición de la Justicia en esa ciudad ubicada 100 kilómetros al oeste de la capital neuquina.
Según los investigadores, Campos se había hecho conocido en Cutral Có por protagonizar “cuentos del tío”. Incluso se vestía de manera elegante y se hacía pasar como abogado o policía federal. “Tenía varias personalidades”, describieron los rastreadores. Sus rasgos y comportamientos lo habían llevado a ingresar en Comodoro Rivadavia a una empresa de seguridad a la que logró entrar pese a los antecedentes penales que pesan en su contra y a su condición de prófugo. “Le gustaba hacerse pasar por policía”, lo describieron los investigadores que estudiaron sus movimientos. Campos llegó en libertad al final del proceso por la violación de la anciana en Neuquén y se escapó cuando la sentencia quedó firme y tenía que empezar a cumplir una pena de prisión efectiva.
(Fuente: El Patagonico.)
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