Un intenso trabajo realizó este fin de semana la Municipalidad de Río Gallegos, a través de las áreas operativas de las Secretarías de Obras Públicas y de Desarrollo Comunitario. Unas 30 familias fueron evacuadas tras las intensas precipitaciones que provocaron importantes inundaciones en esta capital. Junto a distintas áreas de la Provincia y de la Nación se trabajó en conjunto para atender a los más afectados. La comunidad se volcó solidariamente a ayudar con ropa y víveres que permitieron responder a las necesidades más imperantes. Muchos vecinos ya volvieron a sus hogares. Tres familias continúan evacuadas. Elementos de limpieza y cochones son las principales demandas.
Así lo explicó el intendente Roberto Giubetich: “Seguimos trabajando para solucionar todos los problemas de la inundación, cumpliendo con todas las demandas”, dijo.
Giubetich señaló que “El deterioro del sistema de desagües pluviales es una problemática que la ciudad arrastra desde hace muchos años, y requiere una solución de fondo. Durante todo el 2016 hicimos reiterados viajes para gestionar la inversión necesaria para las obras pluviales porque sabemos que es una prioridad. Hoy podemos asegurar que estamos muy cerca de comenzar con esta obra histórica que tendrá un costo de 500 millones de pesos”.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Comunitario, Adriel Ramos destacó que “durante tres días trabajamos con muchas organizaciones, sobre todo para asistir a las familias afectadas, tanto con víveres como para solucionar los problemas habitacionales más urgentes.
El funcionario informó que los barrios màs afectados fueron San Benito, Bicentenario, Madres a la Lucha, Jose Font, Los Lolos y el Barrio Evita, si bien hubo grandes problemas de anegamiento en barrios nuevos y en la zona céntrica, entre otros.
Ramos destacó la respuesta inmediata que surgió por parte de la comunidad. “Los vecinos respondieron con mucha solidaridad, participaron voluntarios de muchas ong y gremios; empresas locales se sumaron a colaborar con los vecinos. Hay familias que han perdido la totalidad de sus bienes y tienen que volver a reconstruir sus vidas, en eso estamos trabajando ahora”, añadió.
Señaló que “si bien el estado de la flota municipal no es la óptima, se trabajó sin parar para ayudar a la comunidad. El Municipio tiene tan sólo dos camiones chupadores y eso hizo difícil responder a todas las emergencias. Si bien había un plan de contingencia establecido entre las distintas dependencias gubernamentales, hace más de 37 años que no llovía como sucedió este fin de semana. El sistema de drenaje pluviocloacal no pudo contener tanta agua. Es mismo fue diseñado para una población de 40 mil habitantes y hoy Río Gallegos tiene más de 110 mil habitantes. Solucionarlo requiere de una obra millonaria y en los últimos 70 años no se ha invertido lo necesario para mejorar el sistema de desagüe”, aclaró.
“Además hubo dos factores que complicaron mucho más la situación. Por un lado la cantidad de agua caída y la marea alta, lo que imposibilitó que drene el agua con normalidad”, dijo.
Ramos informó que “fueron decenas las familias que estaban en situación de evacuación, pero la gran mayoría no quiso dejar su hogar por el tema de la inseguridad. Hoy sólo tenemos tres familias en un hotel que estamos asistiendo con víveres y con la ayuda necesaria”.
Al respecto, el Profesor Eduardo Murua, director de Acción Comunitaria destacó el trabajo conjunto realizado entre las áreas operativas del Municipio local, Protección Civil, Policía, Bomberos, Abordaje Territorial, Cruz Roja, el Ejército que con sus vehículos de mayor porte permitió el ingreso a lugares muy complicados de transitar. También a supermercados y empresas privadas por el aporte el víveres y a los voluntarios espontáneos de clubes, gremios, etc. Que se hicieron presentes para ayudar”, dijo.
Murúa explicó que después del temporal de Noche Buena y sabiendo que estaban anunciadas nuevas precipitaciones, durante esa semana se generaron distintos dispositivos, consultas y reuniones para planificar la contingencia, incluso hubo comunicados de Protección Civil exhortando a los vecinos a tomar ciertos recaudos. A su vez, se hicieron zanjeos a modo de aliviadores, en los sectores afectados la semana anterior”.
“El 31 hicimos una recorrida en los sectores que más complejos estuvieron el 24. Lógicamente, con la intensidad de la lluvia y la marea en progreso se complejizó aún más la situación. Ahora estamos en la fase del día después. Tenemos familias evacuadas que quieren volver a sus casas, pero que no están dadas las condiciones y debemos prever una nueva logística que permita que regresen a un espacio digno”, sostuvo Murua.
“El trabajo fue cuantioso, después del 24 nos dimos cuenta que había que mejorar la logística, lo hicimos juntos, Municipio, Provincia y Nación. Ahora debemos trabajar en el día después, cuestión que es un gran desafío para ayudar a los más damnificados. Hoy estamos necesitando elementos de limpieza y colchones principalmente, ya que gracias a la solidad de los vecinos tenemos ropa y víveres. Debemos acondicionar los espacios, sabiendo que hubo todo tipo de desbordes es necesario desinfectar y limpiar. Quienes puedan colaborar, pueden hacerlo en los centros integradores para que podamos ponernos en contacto y que los vecinos retiren lo que necesiten”, concluyó.
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