El próximo 13 de julio comenzará, oficialmente, la campaña electoral, según marca la normativa. La delicada situación financiera de la provincia, la falta de reactivación económica y la situación social serán temas ineludibles para los candidatos y a algunos los pondrá ante un verdadero desafío.
Caminar las calles de Santa Cruz haciendo campaña para lograr la adhesión electoral de cara a las elecciones, primero de agosto y de octubre después, demandará un verdadero esfuerzo para muchos de los precandidatos que el sábado quedaron cristalizados en las distintas presentaciones de los partidos y frentes electorales.
Ni la realidad económica provincial ni la nacional podrán ser obviadas en los discursos de los principales candidatos en Santa Cruz, tanto del oficialismo como de la oposición, que, a su vez, son oposición y oficialismo a nivel nacional. Para los que no juegan ninguno de estos roles intercambiados y son sólo oposición en ambos estamentos, tampoco será un tema a ignorar. La corrupción, la falta de empleo y la inseguridad serán otros temas a abordar, pero que, por ahora, aparecen como secundarios ante la fuerte crisis económica existente.
La crispación que atraviesa a la sociedad ante la falta de resolución a conflictos transversales, como la falta de clases o la parálisis económica, también provocará que varios, más que a hablar de propuestas, deberán tratar de ensayar explicaciones o justificativos.
Y en esto la responsabilidad, de una u otra forma, termina salpicando a todos, aún a aquellos a quienes les ha tocado ocupar un rol más aséptico respecto de la toma de decisiones.
El oficialismo tiene encima la espada del atraso en el pago de haberes y el conflicto educativo que no se supera, en un marco de crisis económica general de las más importantes de la última época, por lo que, más allá de las críticas que se señalan sobre las responsabilidades ajenas, también deberá ejercer la autocrítica necesaria en el marco de un año y medio de gestión.
La oposición, que ostenta el rol de oficialismo a nivel nacional, deberá responder por las críticas que hacen a la toma de decisiones a nivel país que han afectado la economía provincial, la demora en el inicio de obras fundamentales para la provincia y una economía global que tampoco despega, además de la autocrítica sobre si como referentes del oficialismo nacional hicieron “todo” lo necesario para que Santa Cruz saliera de la crisis.
El resto, si bien la mayoría se ubicó en un rol netamente opositor, deberá demostrar que sus propuestas son realmente aplicables, sin olvidar que se postula no para “gestionar”, sino para legislar y desde ahí en un rol exclusivamente fiscalizador como el que tendrían por el sector al que pertenece, debiendo así mostrar de qué manera se transforma en “opción” para Santa Cruz.
En ese universo opositor hay una excepción, la de Proyecto Sur, que lleva al ex gobernador Daniel Peralta como candidato. A él le tocará, además de explicitar sus propuestas u opciones, dar las explicaciones necesarias del grado de responsabilidad que le cupo sobre la realidad actual de Santa Cruz, tras haber estado ocho años al frente de la provincia.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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