Roxana Fuentealba, es la mamá de Guillermo Méndez, el único policía que está siendo juzgado por la muerte de Gustavo Gerez -joven que murió en la Comisaría Primera de Caleta Olivia-. Fuentealba escribió una sentida carta en Facebook en la que expresó que a su hijo hoy se le imputa la responsabilidad de una muerte que “ni siquiera la presencio, no lo entiendo”.
La semana pasada, se desarrolló en la sala de juicio de Caleta Olivia el juicio por la muerte de Gustavo Gerez, joven que murió en la Comisaría Primera, causa que tiene como único imputado al Policía Guillermo Méndez, quien mañana conocerá el fallo de los jueces.
Su madre Roxana Fuentealba escribió una sentida carta a través de la red social de Facebook donde pide que se conozca la verdad. “No puedo dejar de pensar que nos está pasando como sociedad. Hoy me toca a mí, escuchar voces de reclamos de justicia por la muerte de un joven en Caleta Olivia, y se me viene a mi mente, de qué manera se podría haber evitado esto”, comenzó la misiva.
En este contexto, expresó: “Hablo con el corazón de madre y entiendo lo que debe ser perder un hijo. Hoy el mío, está sentado en el banquillo de los acusados, siendo enjuiciado por ahora socialmente. Me costaba preguntarle qué había pasado, porque fue criado con valores, principalmente el respeto a la vida humana, siendo integrante de la policía de la provincia con gran vocación por el servicio a la sociedad. En reiteradas oportunidades relataba algunas de las intervenciones y al escucharlo podía observar que siempre primaba la calma y la alta tolerancia ante la resolución de un conflicto. Ante las repercusiones de lo sucedido, me pregunte y le pregunte qué había pasado, necesitaba saber cómo mamá la verdad fuera cual fuera, principalmente si hubo violencia contra este joven, respondiéndome en todo momento que NO, y que esto constaba en los dos resultados de las autopsias realizadas por los peritos forenses en la que informaban que no existía ningún golpe, que podría haber causado la muerte, y que su deceso, se debía a consecuencia de un shock cardiogénico no isquémico, por delirio agitado por consumo de cocaína y alcohol”.
Por otro lado, resalto que su hijo: “No estaba a cargo de la Comisaría Primera, sino que cumplía la función de Oficial del Servicio del Comando Radioeléctrico, con la misión de patrullar la ciudad, y que, al concurrir a un llamado por un presunto disturbio cerca de un local bailable, en el camino hacia ese lugar se encuentran con este joven en el medio de la calle, con el torso desnudo, pensando que podría haber sido pasivo de un robo o violencia, es que se acercan al joven para auxiliarlo, reaccionando este último en forma agresiva, con insultos e intento de agresión hacia el personal policial, conduciéndolo a la dependencia policial (comisaria primera), donde queda a cargo del responsable de la misma”.
Fuentealba, siguió expresando: “Me pongo a pensar, que se tendría que haber hecho entonces, dejarlo solo como estaba y no intervenir en las condiciones que se encontraba el joven, no identificarlo, no auxiliarlo, me cuesta pensar así. Quizás mi hijo no estaría hoy frente a los jueces por esta causa, sino por no cumplir con el deber de funcionario público al dejar a una persona en la vía publica en el estado en que se encontraba e incluso, de acuerdo a las autopsias, este joven podría haber fallecido en el lugar donde se encontraba”.
Continúo manifestando: “En el lugar donde se hallaba estaba solo, no había ningún amigo, compañero de trabajo ni familiar para ayudarlo. Dios sabrá, cuantas personas habrán pasado por ahí o lo estarían viendo desde lejos, pero me viene a la mente la frase “del no te metas que alguien se hará cargo”. Tampoco se puede dejar de desconocer, el que estuviera en ese lugar no era el PROBLEMA, sino la CONSECUENCIA de algún PROBLEMA que quizás padecía.
Vuelvo a reiterar, mi hijo ese día no era el responsable de esa comisaria, su función otra, concurren a un llamado y en el camino encontraron a este joven al que llevan a la Comisaria Primera, a cargo del responsable de la misma, retornan al patrullado, quedando hasta ese momento el joven Gerez con vida en esa dependencia y hoy se le imputa la responsabilidad de una muerte que ni siquiera la presencio, no lo entiendo”.
Respecto a su hijo, aseguró: “Sé quién es, sé que está sufriendo y que le está costando su buen nombre y respeto como hombre, esposo y padre dentro de una sociedad, que lo está enjuiciando principalmente por el desconocimiento de lo sucedido. No estoy pidiendo clemencia, si exijo que se conozca y se informe la verdad”, finalizó firmando la carta como Roxana Fuentealba Mamá de Alberto Guillermo Méndez.
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