Ocurrió en la Zona de Chacras de Pico Truncado. El dueño de un emprendimiento de prensado de cartón asegura que al promediar la hora 5 del viernes, alguien arrojó una bomba molotov en su propiedad. El lugar estaba lleno de cartones y se quemó todo. El joven vio cómo las llamas consumían su trabajo. Vive en un precario colectivo que le prestaron, allí mismo.
Miguel Cortez y su hijo provienen de la provincia de Buenos Aires. Arribaron hace unos años a Pico Truncado y, según dice, “nunca pedimos subsidios ni ayudas económicas. Nunca molestamos a nadie”. Mientras que Miguel va y viene entre el centro del país y el norte santacruceño, su hijo decidió vivir definitivamente en Truncado.
El joven montó su domicilio en la Zona de Chacras, en calle Los Sauces, dentro de un antiguo colectivo prestado. Allí duerme y descansa de la jornada laboral. Miguel lo ayuda en su emprendimiento, que consiste en recolectar cartón y nylon en el basural municipal y llevarlo a su lote para prensarlo y con posterioridad venderlo.
Prensan el material en una máquina que habían montado dentro de una precaria construcción de chapa acanalada. “Es lo único que es nuestro, y con lo que vivimos. Todo lo demás es prestado, pero en dos horas el fuego destruyó todo y ahora no estamos en condiciones económicas de afrontar la reparación de la máquina”, indicó Cortez.
Es que en la mañana del viernes al promediar la hora 5, el estallido del cristal de lo que describió como una “bomba molotov” habría motivado a padre e hijo a salir del colectivo y apreciar cómo las llamas consumían el sitio en que se encuentra la máquina que les proporciona sustento.
“Me tiraron una bomba molotov, me vinieron a prender fuego la prensa. Al haber cartón se consumió todo muy rápido”. Ojalá hubiera visto a quien lo hizo, pero ya lo sabremos, porque estas cosas se terminan sabiendo y en la vida todo vuelve”, señaló el hombre.
Asimismo expresó que el objetivo del supuesto agresor fue la prensa de cartón. “Le tiraron directamente a la máquina. Podrían haber incendiado el cartón acumulado, o la camioneta que estaba al lado, pero se ve que sabían cómo hacer el mayor daño”, sintetizó, y lamentó: “la prensa es lo único que tenía, su destrucción fue destruir todo el trabajo”.
Al parecer la máquina quemada no se perdió del todo, pero la familia no está en condiciones de afrontar su reparación. Cortez indicó que tendrá que cambiarle un pistón y colocar un nuevo motor. Me quedaré a ayudar a mi hijo a superar esto”, resaltó minutos antes de dirigirse a realizar la denuncia correspondiente.
Cortez asevera que se guardará sus sospechas, pero deja entrever que existiría un “negocio” de fondo que estaría en conflicto con el desarrollo de nuevos emprendimientos en la materia.
En este contexto señaló que cinco días antes del incendio, personas que no se identificaron arribaron al lugar y comenzaron a tomar fotografías. Indicó que se movilizaban en un vehículo que al parecer pertenecería a la comuna local. Y aseguró que al preguntarles acerca de su actividad, sólo le respondieron que estaban realizando un relevamiento. “Da la casualidad que cinco días más tarde, me quemaron la máquina”, enfatizó.
(Fuente: La Opinión Austral.)
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