En esta ocasión, se detectó que en la sala de laboratorio habían quedado dos mecheros abiertos luego de una clase lo que provocó el olor a gas en ese espacio. Asimismo, un gasista matriculado verificó la totalidad de artefactos de esta sala y también el resto de las instalaciones, incluidas las calderas.
Acompañaron estas tareas, personal especializado de Distrigas.
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