Daniel Robledo, quien fue detenido el miércoles por la policía en su domicilio ubicado en el barrio Miramar de Caleta Olivia.
Todo fue a partir de directivas del juez de instrucción Gabriel Contreras, se negó a prestar declaración indagatoria en la causa que lo involucra como principal sospechoso del crimen de Ramón Bazán.
Tal como informó en su momento La Vanguardia Noticias, la víctima tenía 44 años, era empleado municipal y a mediodía del sábado 27 de julio llegó por sus propios medios al Hospital Zonal conduciendo su automóvil Fiat Palio, acusando una herida de arma blanca en el pecho.
No alcanzó a ingresar a la sala de guardia ya que se desvaneció y a pesar de que fue auxiliado con prontitud nada pudieron hacer los médicos para salvarle la vida, quienes inmediatamente alertaron a la policía, informando además que el occiso llevaba en sus ropas algunos pequeños envoltorios que presuntamente contenían estupefacientes, algo que más tarde constataría la División Narcocriminalidad.
Por esa fecha, la policía también estaba ocupada en esclarecer la desaparición de otro vecino, Juan Carlos Castro, cuyo cuerpo fue hallado enterrado dos días después en un descampado cercano a la costa.
Los dos crímenes conmocionaron a la comunidad y en principio se pensó que estaban relacionados, pero se trató de situaciones diferentes.
Voceros vinculados a las investigaciones por la muerte de Bazán indicaron que el mismo había acudido a la casa de una mujer con la que tenía relaciones donde también se hallaban otro hombre y una segunda mujer, generándose una fuerte discusión por cuestiones que no se ventilaron.
El individuo de referencia, de acuerdo a lo que se sustancia en la causa que lleva adelante el titular del Juzgado de Instrucción N° 2, fue identificado como Daniel Robledo, de aproximadamente 30 años.
En base a declaraciones de las mujeres que estuvieron en la casa a la cual concurrió Bazán, Robledo habría sido el que le asestó la puñalada en el pecho.
Herido gravemente, Bazán se dirigió al Hospital conduciendo su auto; ingresó y detuvo en la playa de estacionamiento pero no alcanzó a llegar caminando hasta la sala de guardia.
Con todos los elementos de investigación en su poder, finalmente el juez Contreras ordenó el miércoles de esta semana la detención de Robles, quien quedó alojado en un calabozo de la Comisaría Seccional Primera.
Alrededor de las 9 de ayer, esposado, fue trasladado al edificio del juzgado, pero se negó a prestar declaración indagatoria y ahora el magistrado interviniente dispone de un plazo de diez días hábiles para resolver su situación procesal.
(Fuente: El Patagonico/LVN.)
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