El Gobierno debe autorizar una suba de impuestos. Se estima que el impacto será de $1,20 para las nafta y $0,80 para el gasoil. Pero las compañías quieren recortar el atraso de precios, que según dicen, se mantiene en 10%. Para la Secretaría de Energía no supera el 6,7%.
Las principales petroleras del país apuran otro aumento en los combustibles antes del traspaso de mando.
Según pudo saber Ámbito, las compañías analizan los pasos a seguir en su política de precios, pero todavía no hay una decisión unánime, ni oficial. Las empresas insisten que luego del último incremento del 5% tras el fin del congelamiento, queda pendiente un 10% de ajuste.
En la Secretaría de Energía de Gustavo Lopetegui tienen otros cálculos. Fuentes gubernamentales mencionan un 4,2% para llegar a valor de exportación y 6,7% para lograr la paridad de exportación ajustada, que tiene en cuenta las importaciones de combustibles de mayor calidad, de Grado 3 o denominadas Premium.
El último aumento del 5% lo digitó YPF, controladora del 54% del mercado. Las petroleras privadas querían más. Pero las autoridades de la compañía de mayoría estatal mostraron cordura y para evitar una escalada inflacionaria mayor, no se movieron del 5%. Lopetegui lo celebró.
Las competidoras de YPF, como Shell (Raízen), Axion (PAE) o Puma (Trafigura) no pueden tomar decisiones unilaterales y ajustar los precios a piacere. Los conductores están sensibles a los cambios en los surtidores y escapan e inmediato a las pizarras de mayor precio. Aumentar por encima de lo que sube YPF implica una pérdida sistemática de clientes, un suicidio comercial, repiten.
Lo cierto es que este fin de semana es muy probable que suban otro 5%. En lo que va del 2019 se registraron nueve aumentos de precios, que da un 30% acumulado, frente a una inflación oficial anual de más de 50%.
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