Treinta marineros de buques pesqueros de Conarpesa amarrados en el muelle del puerto Caleta Paula, se retiraron anoche desde el céntrico Hotel Robert de Caleta Olivia, retornando a Puerto Madryn en un colectivo y una trafic, bajo estrictas medidas de bioseguridad.
En consecuencia, solo alcanzaran a cumplir cuatro días del período de cuarentena preventiva a COVID 19 al que estaban obligados a realizar antes de embarcarse para la captura de langostino.
Esa tarea quedó abortada debido al paro nacional que dispuso el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) que rechazó de plano la postura de la cámara de empresas pesqueras que propuso pesificar los salarios de los marineros, los cuales venían cotizándose en dólares conforme lo que establece su Convenio Colectivo de Trabajo.
Las armadoras argumentaron un lock out patronal debido a que por la pandemia del virus se cerraron numerosos mercados mundiales, lo que incluso trajo aparejado una fuerte baja en el precio internacional del recurso langostino.
Por otra parte, debido a la sensibilidad que existe en la comunidad caletense por el COVID 19, a través de redes sociales habían circulado versiones acerca de que los marineros salían a comprar a comercios de las adyacencias,
Sin embargo, el propietario del establecimiento, Roberto del Barrio, no solo negó terminantemente esas acusaciones sino que además precisó que los marineros permanecieron de manera constante en sus habitaciones y nunca transitaron por pasillos, sector del restaurante u otros sectores de pasajeros, algo que incluso este medio pudo verificar de manera periódica.
Fuente: El Patagónico
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