La demora en la realización de sepelios se debe a la considerable reducción del personal y las dificultades para trabajar la tierra por las condiciones climáticas. Se realizan en promedio 5 entierros diarios y aun así no alcanza. Algunas familias manifestaron su tristeza e indignación. Desde el Municipio piden disculpas y paciencia a los vecinos.
En los últimos días nuestro medio ha mantenido contacto con al menos tres familias que han expuesto su malestar y preocupación respecto al funcionamiento de la necrópolis local, sobre todo llevando un reclamo en cuanto a la demora que existe en la cristiana sepultura de las personas fallecidas, algo que TiempoSur ha podido confirmar con referentes del área municipal.
Familiares de uno de los casos a los que tuvo acceso TiempoSur, relataron tras el deceso de un integrante, el pasado día sábado en nuestra capital, que el día lunes se hicieron presentes en el cementerio “para ubicarle el nicho o un pedazo de tierra y poder darle cristiana sepultura”, momento en el cual, según relataron, les informaron que “no hay tierra ni nicho para poder hacerlo”, por lo que deberían ingresar a la lista de espera. “Mi madre tiene que seguir esperando para descansar en paz, ella y nosotros. Estará en un depósito por al menos siete días me dijeron”, expuso uno de los hijos al preguntarse: “En qué sociedad política o de gestión estamos viviendo. La verdad trato de querer entenderlo, pero si esto que es algo fundamental anda mal, no funciona nada bien. Decepcionado”, remarcó.
Ante este relato, nuestro medio se comunicó con Daniel Cárdenas, director del Cementerio de Río Gallegos, quien, si bien desmintió que no exista disponibilidad de lugares en la necrópolis, sí confirmó demora en la realización de los servicios fúnebres. En este sentido, explicó que “debido a la pandemia hemos reducido al mínimo la asistencia del personal”, lo que sería uno de los motivos centrales de la demora. Vale la pena mencionar que en situaciones normales el cementerio local cuenta con un total de 80 trabajadores divididos en dos turnos de 6 horas, mientras que, por estos días, solo cuentan con 6 trabajadores en un turno de 09:00 a 13:00, tiempo en el cual están realizando en promedio 5 sepelios diarios, según explicó Cárdenas: “Todo en el marco de una guarda mínima, ya que es un servicio esencial que no puede faltar en la ciudad. Tenemos cuatro personas trabajando en los sepelios y dos en el mantenimiento del horno crematorio”.
Otro de los desencadenantes del retraso, sería el estado de la tierra en este invierno. “Esto es algo que le hemos explicado a las familias y es lo que pasa con la tierra. Está imposible de trabajar, nos está costando mucho hacer las fosas porque está muy duro el suelo por las bajas temperaturas. Es como pegarle al cemento”, mencionó y dijo: “Es por estos motivos que le estamos pidiendo paciencia a las familias.Tenemos una espera de entre 7 y 10 días porque estamos haciendo las fosas a cuentagotas”. Según se pudo conocer , habría entre 8 y 10 familias esperando darles cristiana sepultura a sus allegados.
Fuente: Tiempo Sur
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