“Hace diez días mi tío llevó a mi abuela a su médico de cabecera de la Clínica Santa María por un fuerte dolor de espalda. La revisaron y la mandaron a la casa con medicación. El día lunes 7 de septiembre mi abuela estaba con un fuerte dolor de pecho, por lo que decidieron volver a llevarla a la clínica. La dejaron internada diagnosticándole principio de neumonía. Desde ese día no pudimos volver a verla”, contaron en un texto compartido en Facebook.
Y continuaron: “El jueves 10, a la 01:30, recibimos el llamado con la noticia de que mi abuela había fallecido. En su acta de defunción dictaba fallecida por COVID-19, entre otras. Con todo el dolor del alma, ese mismo día, aproximadamente a las 15:30, la enterramos, sufriendo el trauma y el dolor de esa situación”. Jorge, uno de los hijos de María, relató al diario Los Andes: “Nos dieron un ataúd cerrado y solo pudimos estar en la morgue unos minutos”.
Pero para su sorpresa y la de los demás, al día siguiente sucedió lo inesperado. Cerca de las 15 del viernes, los familiares volvieron a recibir un llamado desde la clínica. Les avisaron que la abuela estaba viva y “pedía por sus hijos”. Jorge fue de inmediato hacia el sanatorio ubicado en la calle Federico Moreno al 1500 para encontrarse con ella. Ese momento quedó registrado en un video que él mismo grabó. “¿Cómo puede ser que esto suceda en una clínica? ¿Cómo puede ser que jueguen así con los sentimientos de una familia? ¿Esto es realmente una clínica seria?”, se preguntaron en el entorno de la mujer.
Shirley, una de las nietas de la mujer, aseguró a Infobae que su abuela en realidad no contrajo coronavirus. “Le hicieron dos hisopados y ambos les dieron negativos. Lo único que ella tiene es neumonía”, informó. Por estas horas, María “sigue internada recuperándose, gracias a Dios muy bien”, agregó la joven.
El director de la clínica Santa María, Ricardo Diez de Oñate, dio explicaciones públicamente este sábado. En diálogo con radio Nihuil, aseguró que todo se trató de un fallo “involuntario” en el certificado médico. “Fue un error administrativo. No ha sido querido por nadie. Es una situación no querida que pasa en medio de la pandemia en la que estamos todos los médicos trabajando incansablemente”, sostuvo.
Y agregó: “Todas las instituciones de salud están desbordadas literalmente. Es lo que ha pasado en Europa y está pasando en Mendoza. No se lo atribuimos a la pandemia ni al colapso, pero todos los médicos estamos trabajando a más no poder”. “Se enmendó el error y gracias a Dios la paciente está muy bien”, finalizó Diez de Oñate.
La familia está evaluando realizar una denuncia ante la Justicia. Por otra parte, no trascendió la identidad del cuerpo que fue sepultado.
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