A poco menos de tres semanas, el candidato demócrata Joe Biden lleva 10 puntos de ventaja en los sondeos sobre Donald Trump. Una buena diferencia, pero no definitoria.
Ambos lo saben y por eso hacen su máximo esfuerzo para captar los votos de un “centro” estrecho en medio de una gran polarización.
Es por eso que Biden estará en las próximas horas en el estado de la Florida. Justamente, el lugar clave que ha definido las últimas elecciones de Estados Unidos. Y no por casualidad fue el primer sitio elegido por Trump para retomar la campaña, una vez dado de alta por el coronavirus.
“Hecho en Estados Unidos”, es el lema del que ahora quiere apropiarse el ex vice de Barack Obama. El objetivo es correrse hacia el centro, contrarrestando las constantes acusaciones de Trump sobre la idea de que si ganan los demócratas el país se dirigirá hacia el “socialismo”.
“Vamos a recuperar las cadenas de suministros críticos a Estados Unidos, de modo que no dependamos de China o de ningún otro país de para la producción de artículos cruciales en tiempos de crisis”, dijo este martes Biden. Se trata de una respuesta directa al actual presidente, que señala al senador demócrata como “débil” ante el avance de la economía china frente a la norteamericana.
“Si ganamos en Florida, triunfaremos en las elecciones”, repite Biden a su equipo de campaña.
Por el momento, las encuestas le dan un 3,7% por encima del presidente republicano. A pesar de que más del 60% de la población del estado es blanca, votante tradicional de los republicanos.
Por eso, el “corrimiento” hacia el centro de Biden: descuenta el voto afroamericano y espera capturar el de gran parte de la comunidad latina.
Trump lo sabe, y viajó especialmente a Miami para hablarles a los cubanos, venezolanos y nicaragüenses que huyeron de sus países. El foco está puesto en resalta el presunto peligro “socialista” que Biden representaría.
La ventaja de menos de 4 puntos en ese estado fundamental para volcar la suerte de la elección no es determinante. Puede cambiar rápidamente.
En uno de sus últimos mensajes en Twitter, Trump atacó a Biden de un modo ofensivo, burlándose de los 77 años de su rival. “Biden for president”, se lee en la imagen posteada por el mandatario norteamericano, aunque la “P” aparece tachada para que quede “resident”. Así se llaman a los ancianos que viven en los albergues. Biden, a su vez, aparece sentado en una silla de ruedas en un hogar, en una foto trucada .
La campaña política, también en Estados Unidos, suele cruzar la línea del decoro muy a menudo.
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