Sería a partir del lunes 9 de noviembre y comprendería también a confiterías y a otros locales del rubro gastronómico a los que solo se les tiene permitido trabajar con delibery (envíos) o take away (para llevar).
Esos rubros ya soportaron dos extensos periodos de ínfima actividad desde que a fines de abril comenzaron a aplicarse fuertes medidas restrictivas para contener la propagación del COVID 19.
El intendente Fernando Cotillo adelantó esa posibilidad en una entrevista informal que a mediodía de este miércoles mantuvo con El Patagónico cuando supervisaba las tareas que se realizan durante todos los días de la semana en el Centro de Monitoreo del COE.
En ese lugar, ubicado en un gimnasio del barrio 26 de Junio, un equipo de empleados municipales se encarga de realizar el seguimiento tanto de personas que dieron positivo del virus, como de aquellas son casos sospechosos por ser contactos estrechos y de las que están cumpliendo un periodo de cuarentena obligatoria.
En torno a la reapertura de restaurantes y confiterías manifestó que ello quedará definido en la reunión que mantendrán este sábado los integrantes del COE pero resaltó que de antemano ya se envió un nuevo protocolo al gobierno provincial para su aprobación, del cual se abstuvo por el momento de brindar mayores precisiones.
OTROS TEMAS
El jefe comunal también constató el emplazamiento de un tráiler del Consejo Agrario Provincial en adyacencias al Centro de Monitoreo que será utilizado como Centro de Detección móvil para fortalecer los operativos del Plan Detectar que ya cuenta con dos sedes de ese tipo en las Escuelas N° 29 (barrio 3 de Febrero) y N° 82 (barrio Rotary 23).
Por otra parte confirmó que entre mañana y el viernes de espera la llegada de integrantes de la plana mayor de la Policía Provincial, con los cuales se conversará acerca de la necesidad de ajustar el protocolo de bioseguridad que se debe aplicar en casos de decesos de personas en sus domicilios, ya sea por causas del COVID o por otras circunstancias.
Respecto a este tema, citó que el protocolo está bien definido en el ámbito hospitalario y en el de las empresas funerarias, pero hay que ajustar las normas de bioseguridad toda vez que se produce el fallecimiento de una persona en domicilios particulares y se requiere la presencia de un médico policial.
Aclaró que si bien ésta es una normativa que existe desde hace tiempo, la situación de pandemia obliga a instrumentar nuevos protocolos, incluyendo el que se aplica en el cementerio.
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