El año pasado, los chilenos registraron una caída abrupta de visitantes argentinos a causa de las manifestaciones sociales en ese país que derivó en el reciente plebiscito para modificar la Constitución. A mediados de marzo de este año, con el cierre de fronteras por la pandemia, se interrumpieron por completo las visitas entre países.
“Claramente sentimos la baja del turista argentino en Puerto Montt. El peak (pico) de visitantes se registró en nuestra zona entre 2016 y 2017, que fue para nosotros de alto impacto”, reconoció Eduardo Salazar, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Puerto Montt, Chile.
Su par de Osorno, Rodrigo Ibáñez, advirtió: “Se echa de menos a los argentinos. Teníamos un tránsito fluido desde Bariloche, San Martín de los Andes, Villa La Angostura y El Bolsón. Siempre hemos tenido un contacto muy estrecho”.
En 2016, año signado por la eliminación del cepo cambiario y la retención del 35% en las tarjetas de crédito, el cruce por el paso fronterizo Samoré aumentó un 50%. En solo siete fines de semana largos de ese año, más de 118.000 personas viajaron a Chile, según datos de Migraciones.
En Osorno hay muchos locales gastronómicos o turísticos que llevan 6 meses cerrados. A muchos, no les queda otra que cerrar”.
Según informa el diario Río Negro, las escapadas se incrementaban principalmente durante el feriado de Carnaval (antes del inicio de clases), Semana Santa y el feriado del 8 de diciembre, previo a las fiestas de fin de año. Paseos turísticos, degustación de platos chilenos y compras turísticas -aprovechando todo tipo de promociones y los famosos 2×1-, resultaba un combo seductor para los visitantes.
Desde el 2018, admitió Salazar, el porcentaje de turistas argentinos disminuyó un 70% en Puerto Montt, “debido al cambio del dólar y las protestas en Chile”.
En Osorno, se sumó la contaminación del agua potable durante el 2019. “Estuvimos sin agua por 10 días justo antes de las vacaciones de invierno cuando ya estábamos listos para recibir argentinos. Nos afectó mucho”, puntualizó Ibáñez.
Recordó que en octubre, “con el estallido social, nuevamente el comercio y el turismo resultaron afectados. En diciembre y enero, tuvimos un pequeño veranito y pudimos levantar la cabeza hasta que en marzo llegó la pandemia”.
El impulso que daba a la economía regional el arribo de argentinos era súper positiva. Provocó un gran impulso para servicios”.
La caída de las ventas en ese momento, a raíz de la ausencia de argentinos, fue de un 30 a 40% en Osorno, con un consumo promedio diario que estaba entre 70 y 100 dólares.
“Sabemos que ahora, el cambio no favorece a los argentinos; de modo que quien logre pasar la cordillera va a reducir su consumo notablemente”, aseguró Ibáñez.
Tanto Osorno como Puerto Montt evalúan estrategias para volver a la actividad turística. “Cuando se retome la actividad, sabemos que el turismo será de distancias cortas. La idea es ofrecer destinos seguros con medidas sanitarias pero también mostrar más alternativas de lugares para no tener aglomeración en puntos que tradicionalmente han sido visitados”, manifestó Ibáñez.
El titular de la cámara de Osorno entabló contacto con el nuevo cónsul de Chile en Bariloche, Luciano Parodi, a fin de agilizar el tráfico entre ambos países. “No sabemos cuál es la traba para que haya una aduana única. Si se van a modificar normativas, la idea es hacerlo con tiempo”, dijo.
Fuente: El Patagónico
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