La segunda ola está golpeando mucho más fuerte de lo esperado en el viejo continente, mientras los operativos de vacunación apenas inician de forma tímida su labor.
Los gobiernos de Europa intentan frenar todo lo posible la segunda ola de coronavirus pero el Covid-19 llegó con más fuerza que en el hoy muy lejano comienzo de 2020. Las cifras de muertos e infectados suben con el correr de las horas y los operativos de vacunación, que por ahora solo dieron inicio en el Reino Unido, parecen haber aflojado los cuidados entre la población.
En este marco pandémico de alta preocupación en los gobiernos del bloque, Alemania acaba de dar el primer martillazo: todos los comercios no esenciales, así como escuelas y guarderías, van a cerrar a partir del miércoles próximo y hasta el 10 de enero. Así lo anunció la canciller Angela Merkel, quien basó su decisión en los “muy numerosos fallecimientos” debidos al covid y el “crecimiento exponencial” de las infecciones. “Estamos obligados a actuar, y actuamos ahora”, dijo al dar a conocer las nuevas medidas, que incluyen la prohibición de reuniones en Año Nuevo y la recomendación para el trabajo y educación en casa, según reseñaron las agencias de noticias AFP y Europa Press, citadas por Télam. Con este confinamiento parcial, las empresas deberán permitir a sus empleados trabajar desde sus casas o facilitar las vacaciones durante estas próximas tres semanas y media “para aplicar en todo el país el principio de ‘nos quedamos en casa'”. Estas medidas fueron adoptadas por Merkel tras una reunión este domingo con los 16 líderes regionales de las estados federados. El número de nuevas infecciones diarias rozó las 30.000 el viernes y el sábado, muy por encima del promedio diario de la primera ola, que Alemania controló mejor que muchos países europeos. El récord de muertos en un día se batió el jueves, con 598. Con los nuevos datos, el balance de la pandemia en territorio germano asciende a 1.320.716 personas contagiadas y 21.787 decesos, según el balance publicado este domingo por el Instituto Robert Koch (RKI), la agencia gubernamental alemana encargada del control de las enfermedades infecciosas.
En Francia, toque de queda
En tanto, si bien Francia confirmó el fin del confinamiento este lunes 15 de diciembre, el mismo será remplazado por un toque de queda cotidiano a partir de las 20 que también regirá en fin de año -aunque no en Nochebuena-. El primer ministro Jean Castex afirmó al respecto que la situación había “mejorado considerablemente” desde que Francia instauró un segundo confinamiento el 30 de octubre y señaló que el número de nuevas infecciones había disminuido de casi 50.000 al día a fines de octubre, a unas 10.000 ahora. Pero el descenso “se ha ralentizado en los últimos días”, dijo. “Estamos en una especie de meseta”, afirmó Castex, y advirtió que si los franceses bajan la guardia podrían enfrentarse a un tercer encierro. El toque de queda que entrará en vigor el martes durará desde las 20 hasta las 6, con la excepción de la noche del 24 de diciembre, durante la cual los franceses podrán reunirse. No obstante, el Ejecutivo francés pidió restringir las reuniones a seis personas y “limitar las interacciones” durante cinco días antes de verse con una persona mayor o vulnerable. En cambio, el toque de queda se mantendrá para la noche de fin de año, que según Castex “concentra todos los ingredientes de un rebrote epidémico”. “Tendremos que respetar la regla del toque de queda, quedarse en casa el 31 de diciembre”, indicó Castex, que tomó como ejemplo el rebrote visto en Estados Unidos tras el Día de Acción de Gracias. En tanto, los museos, teatros y cines permanecerán cerrados al menos durante tres semanas más, pese a las protestas de los trabajadores de la cultura que denuncian consecuencias desastrosas. “Estamos todos tomando las decisiones necesarias para proteger Navidad y las fiestas familiares, para evitar un rebrote de la epidemia”, dijo Emmanuel Macron, desde Bruselas, donde participa a una cumbre con sus socios europeos.
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