Qasem Soleimani diseñó y lideró la política militar regional de país y fue asesinado hace un año en un ataque aéreo de Estados Unidos junto a un grupo de milicianos iraquíes proiraníes cerca del aeropuerto de Bagdad, la capital de Irak.
“Al cometer un acto cobarde de terrorismo contra el general Soleimani, Estados Unidos violó la ley internacional y la Carta de la ONU en una flagrante violación de la soberanía iraquí. Irán no descansará hasta llevar a los responsables ante la justicia”, prometió en Twitter el canciller Mohamad Yavad Zarif, quien lo describió como “la fuerza más eficaz contra Al Qaeda y el Estado Islámico”.
Unos días antes, la máxima autoridad de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, había recordado que la memoria de Soleimani y que la venganza con Estados Unidos aún estaba por llegar: “Por supuesto, se tomará venganza contra aquellos que ordenaron (el asesinato) y los que lo mataron.”
Lo mismo recordaron hoy el presidente Hasan Rohani, y el ministro de Defensa, el general Amir Hatami.
“Cortan la mano de nuestro General y sus piernas serán cortadas de la región”, declaró el presidente durante una sesión de su Consejo de Ministros, mientras que el ministro de Defensa también prometió “expulsar a las fuerzas estadounidenses de la región”, según reprodujo la agencia de noticias DPA.Hace exactamente un año, un ataque aéreo de Estados Unidos mató a Soleimani junto a un grupo de milicianos iraquíes proiraníes cerca del aeropuerto de Bagdad, la capital de Irak.
Washington inmediatamente celebró el asesinato y argumentó que el popular general de Irán era responsable de protestas que habían inundado Bagdad y que habían llegado a hacer temer una toma de la embajada de Estados Unidos entre algunos funcionarios norteamericanos.
El asesinato desató una ola generalizada de repudio en Irán y también en Irak, en donde el Gobierno y una parte del Parlamento pidieron públicamente la salida de Estados Unidos del país.
Esta madrugada, miles de iraquíes se reunieron en Bagdad para abuchear a Estados Unidos en el primer aniversario del asesinato de Soleimani y su lugarteniente iraquí.
A la luz de las velas, mujeres, hombres y niños, todos vestidos de negro, rindieron homenaje a sus “mártires”, en el aeropuerto internacional de Bagdad y abuchearon al “Gran Satán”, aludiendo a Estados Unidos, como preámbulo de una manifestación antiestadounidense, prevista para más tarde en la plaza Tahrir del centro de Bagdad, según la agencia de noticias AFP.
Las amenazas de venganza y las expresiones de rechazo que marcan este aniversario se mezclaron con dos elementos que podrían escalar la tensión con Estados Unidos mucho más: el anuncio de Irán de seguir avanzando en el enriquecimiento de uranio en su plan nuclear y los constantes rumores en Washington de la intención del presidente Donald Trump de atacar Teherán antes de dejar el poder.
La Agencia Internacional de Energía Atómica, una organización de la estructura de la ONU, informó este domingo que Irán le comunicó oficialmente su decisión de aumentar el nivel de enriquecimiento de uranio en la central de Fordow, incrustada en las montañas para protegerse de potenciales ataques aéreos.
Irán, Estados Unidos y el resto de las principales potencias mundiales firmaron un acuerdo en 2015 para que Teherán suspendiera su programa nuclear a cambio de que la comunidad internacional levantara las sanciones financieras y comerciales que estaban asfixiando su economía.
Unilateralmente y pese a los pedidos de los fiscalizadores internacionales, Trump se retiró del acuerdo y volvió a imponer las sanciones y sumó nuevas. Ahorcado por una renovada crisis económica, el Gobierno iraní comenzó a enriquecer uranio de nuevo por encima de los niveles permitidos.
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