“No soy tu papá, soy tu amante”

Un militar violó a su hija durante 12 años. La situación se produjo dentro de un regimiento en Río Gallegos.

El hecho vivido en la capital de Santa Cruz y que conmocionó a todos, fue denunciado en 2017 cuando la joven tenía 26 años. “Yo no soy tu papá, soy tu amante” fue una de las aberrantes frases que usaba el suboficial de la Fuerza Aérea con asiento en Río Gallegos, lugar que utilizaba para abusar y violar a su hijastra durante 12 años, desde los 9 hasta los 21 años.

Años después la chica violentada se enteró que el militar no era su padre biológico como ella pensó. Él la había reconocido cuando se puso de novio con su madre, persona con la que tuvo otros tres hijos. El suboficial, quien actualmente está preso, abusaba de la joven aún dentro del predio de la fuerza militar cuando cumplía sus guardias. Allí tenía un dormitorio. Pero además también lo hacía en su auto y en su casa.

“Ella actualmente sufre de fobias, está bloqueada y hasta tiene problemas para expresarse. En 28 años de carrera he visto cosas horribles, pero ninguna así”, le dijo al diario Clarín Jovita Vivar, la abogada de la víctima.

El militar quedo detenido, procesado y embargado, acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso real con acceso carnal reiterado y agravado por el vínculo y convivencia preexistente”. El delito que prevé una pena máxima de 20 años. “Pero hay otros agravantes, como su condición de militar y las secuelas que dejó en la víctima, que lo puede llevar a una perpetua”, agregó la abogada.

No solamente eras las violaciones. Además la joven era golpeada constantemente y recibía amenazas de todo tipo entre ellas “si contás algo primero te mato a vos y después me mato yo”.

Esto creó en la chica una situación de tremenda de angustia e impotencia. Además, estaba totalmente indefensa ya que tanto la mamá como sus hermanos no sabían lo que estaba pasando.

Él la maltrataba constantemente. Vivió un verdadero calvario durante varios años. No solo perdió la infancia sino también sus ganas de vivir”, detalló la abogada Vivar.

Además expresó que la joven “no puede hablar bien porque está con tratamiento médico y padece secuelas graves de los abusos, violaciones, golpes y amenazas que ese sujeto le propinó durante casi toda su vida”.