El ministro de Economía Martín Guzmán pidió “crear marcos que ayuden a resolver las crisis de deuda”, al participar en el Vaticano de un seminario junto a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva; la secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen; y el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, entre otras personalidades.
“Es necesario hacer más en términos de arquitectura financiera internacional para crear marcos que ayuden a resolver las crisis de deuda”, pidió Guzmán al exponer en el panel titulado “Solidaridad financiera y fiscal: El alivio de la deuda para los países en vías de desarrollo y la arquitectura internacional y fiscal” del encuentro llamado “Soñando un mejor reinicio”.
En su exposición, Guzmán pidió por un “multilateralismo lo suficientemente flexible para ofrecer soluciones” y volvió a solicitar mecanismos para reasignar los nuevos DEG y la revisión de los sobrecargos.
“El camino es el multilateralismo, pero es fundamental que el multilateralismo brinde soluciones”, expresó el ministro, al tiempo que consideró necesario “un multilateralismo que sea lo suficientemente flexible para ofrecer soluciones rápidamente”.
“Ahora es el momento de actuar. De lo contrario, el multilateralismo se autoinfligirá daños”, advirtió el titular del Palacio de Hacienda
En ese marco, Guzmán consideró que “los sobrecargos que el FMI pone en sus préstamos crean más desigualdad, son procíclicos y regresivos y en un futuro próximo serán cada vez más perjudiciales para los países que pedirán un acceso excepcional”.
“Debemos encontrar un mecanismo para redistribuir los DEG que no son utilizados por países que no los necesitan para países que realmente lo necesitan”, propuso Guzmán.
Según el ministro, “hay países que tienen acceso a financiamiento barato que tendrán la capacidad de hacer las reformas necesarias para enfrentar el cambio climático y hay otros países que no tendrán esa capacidad”.
“Y esto no es solo una cuestión de desarrollo, también es una cuestión de estabilidad macroeconómica”, enfatizó.
“¿Qué podemos hacer a la hora de abordar los problemas de la deuda y otros de los problemas más importantes que enfrentamos hoy en el contexto del multilateralismo? Quiero referirme a tres temas concretos que se pueden abordar de inmediato”, dijo luego en la Casina Pio IV del Vaticano, sede del seminario.
En ese marco, Guzmán se refirió a las crisis de deuda y recordó que “Argentina pasó por una reestructuración de deuda que fue un proceso muy complejo, logramos un acuerdo en septiembre de 2020, el apoyo de la comunidad internacional fue muy importante”.
“Puedo asegurarles por lo que viví que otros países no estarán en la misma situación que Argentina en términos de capacidad para atravesar este proceso de una manera que efectivamente entregue un resultado sensato. Por tanto, es necesario hacer más en términos de arquitectura financiera internacional”, planteó al resto de los participantes.
En segundo lugar, Guzmán se refirió a los DEG y elogió “el liderazgo muy positivo que hizo posible una nueva asignación, pero un paso adicional sería de gran valor para el mundo y es precisamente encontrar un mecanismo para redistribuir los DEG que no son utilizados por países que no los necesitan para países que realmente lo necesitan”.
“Y como lo han manifestado conjuntamente México y Argentina, esto debería beneficiar no solo a los países de bajos ingresos, sino también a los países de ingresos medios en los que vive el 65% de la población”, especificó.
Luego, Guzmán convocó a “abordar el problema de las asimetrías con respecto a las condiciones financieras”.
“Primero, esto es muy importante para la acción climática y lo que estamos viendo hoy es bastante preocupante”, planteó, así como que “hay países que tienen acceso a financiamiento barato que tendrán la capacidad de hacer las reformas necesarias para enfrentar el cambio climático, que tendrán estructuras de producción preparadas para competir a nivel global, y hay otros países que no tendrán esa capacidad”.
“Y esto no es solo una cuestión de desarrollo, también es una cuestión de estabilidad macroeconómica. Vemos esto muy claramente en Argentina”, enfatizó
Finalmente, Guzmán se refirió a “los recargos que el FMI pone en sus préstamos por créditos pendientes que superen cierto umbral”.
“Esto crea más desigualdad, es procíclico y regresivo, y en un futuro próximo será cada vez más perjudicial para los países que pedirán un acceso excepcional”, lamentó.
En el evento también intervinieron el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, y el “canciller” del Vaticano, el secretario para las relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Además, con un discurso sobre energía sostenible y limpia, también fue parte del evento el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, quien luego se reunió con el presidente Alberto Fernández y este sábado verá al papa Francisco.
Entre los participantes, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación, Gustavo Beliz, denunció en tanto el “escándalo moral” de que muchos países en desarrollo deban destinar más recurso al pago de deuda que a cubrir necesidades de sus ciudadanos.
“A lo largo de la última década la porción de ingresos públicos destinados al pago de la deuda en los países en desarrollo se ha triplicado”, sostuvo el funcionario.
“Al drama sanitario, social y laboral, se le suma el escándalo moral: hay 25 países en desarrollo cuyos servicios de deuda pública superan al presupuesto que destinan a salud, educación y protección social en su conjunto”, aseveró Béliz.
El evento fue abierto por el canciller de la Academia, el argentino Marcelo Sánchez Sorondo y también contó con la participación de los ministros de Economía de Italia, México, España y Alemania.
Guzmán y Georgieva ya habían participado, en el mismo escenario, de un encuentro en febrero de 2020 dedicado al tema de la deuda del que formó parte el papa Francisco.
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