Con la celebrada inclusión en su repertorio de algunos grandes clásicos que no habían sido parte de los shows anteriores, como el caso de “El revelde”, “Balada del diablo y la muerte” y “Hoy voy a bailar a la nave del olvido”, La Renga cerró en la noche del sábado su ciclo de tres conciertos en el Estadio Ciudad de La Plata, en el marco de la gira presentación de su último disco “Alejado de la red”.
A lo largo de dos horas y media, el trío integrado por Chizzo Nápoli, Tete Iglesias y Tanque Iglesias echó mano a un demoledor set de unas 30 canciones, entre las que incluyó prácticamente todas sus nuevas composiciones y los temas que lo convirtieron en uno de los números más convocantes del rock argentino.
“Que lástima que es el último de La Plata ya van a venir otros”, dijo Chizzo al público al promediar el show, acaso como prueba de lo positivo que resultó para el grupo esta experiencia de volver a tocar en una zona cercana a la Capital, en donde no actúa desde 2017.
La expectativa comenzó a palparse desde temprano en los alrededores del estadio y, con la apertura de puertas a media tarde, se trasladó también a su interior, en donde Los Extraterribles, Perro Indio, Willie Quiroga y Sueño de Pescado animaron la espera.
Finalmente, a las 22.08, el grupo irrumpió en escena con “Buena pipa” y “Elefantes pogueando”, dos temas de su nuevo disco, para luego sacudir a la ya excitada audiencia con “Tripa y corazón”.
En el recorrido, que tuvo su primer cierre dos horas después y se extendió otra media hora con los bises, no faltaron canciones como “Detonador de sueños”, “Arte infernal”, “El final es en donde partí” y “La razón que te demora”, entre otras.
Para los bises quedaron los coreados “Somos los mismos de siempre”, “Panic Show”, “El viento que todo empuja” y “Hablando de la libertad”.
Antes de interpretar “Arte infernal”, Chizzo se hizo eco del movimiento conformado por fans mujeres “Un paso atrás”, que visibiliza abusos sufridos en recitales en medio de los pogo, y se sumó a los reclamos para que puedan sumarse a este ritual sin temor a ser víctimas.
A tono con ese deseo, el propio guitarrista y cantante organizó entre el público una rueda exclusiva para el pogo de mujeres en el tema siguiente.
Ocurre que estos conciertos de La Renga habían encendido las alarmas debido al largo historial de cancelaciones que arrastra el grupo, siempre a raíz del resquemor que despierta en autoridades la cantidad de público que moviliza.
En tal sentido, estos conciertos de La Plata fueron muy comentados por la opinión pública a partir de la queja de los vecinos en los medios de comunicación por el comportamiento de los fans.
En medio de esos cuestionamientos, sobre todo cuando se hablaba de suspensión de clases y cierres preventivos de comercios por el recital, el grupo debió suspender el segundo concierto previsto para el pasado 27 de abril a raíz a un estado gripal de Chizzo, lo que generó alguna confusión hasta que se aclararon las cosas.
Lo cierto es que luego de los shows del 23 y 30 de abril, anoche finalmente se pudo completar de manera más que óptima la saga.
Más allá del ruido de fondo, La Renga logró concretar el viejo anhelo de actuar para la gente de Buenos Aires y sus alrededores, y ahora continuará girando por todo el país. La leyenda continúa.
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