Estados Unidos mató al máximo líder de la organización yihadista Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri, en un ataque con dron en Afganistán, confirmó este lunes el presidente Joe Biden.
“Se hizo justicia y este líder terrorista ya no está”, dijo Biden este lunes por la noche por televisión, horas después de que fuentes de la Casa Blanca revelaran que este fin de semana se realizó una operación “exitosa” contra un objetivo “importante” de Al Qaeda.
“El sábado, bajo mis órdenes, Estados Unidos llevó a cabo un ataque aéreo sobre Kabul, en Afganistán, que mató al emir de Al Qaida, Ayman al Zawahiri”, afirmó el jefe de la Casa Blanca.
De 71 años, Zawahiri era uno de los terroristas más buscados por Washington, que llegó a ofrecer 25 millones de dólares por cualquier información que pudiera ayudar a detenerlo.
Estaba al frente de Al Qaeda desde que el anterior jefe de la organización, Osama Ben Laden, fuera muerto en 2011 en Pakistán por un comando estadounidense.
En paradero desconocido por más de 10 años, Zawahiri era considerado el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que causaron casi 3.000 muertos en Nueva York.
Zawahiri “fue el número dos de Ben Laden durante los ataques terroristas del 11S, estuvo profundamente implicado en organizar el atentado en el que murieron 2.977 personas hace un par de décadas”, subrayó Biden.
El mandatario agregó que “desde que Estados Unidos impartió justicia contra Ben Laden hace 11 años, Zawahiri ha sido el líder de Al Qaeda, el encargado de coordinar todas las ramas del grupo terrorista en todo el mundo”.
“Espero que esta acción decisiva les permita pasar la página” a los familiares de esas víctimas, deseó Biden.
A fines de 2020 circuló la versión de que Zawahiri había muerto por una enfermedad cardíaca, pero al poco tiempo reapareció en un video.
Pocas horas antes de que Biden lo confirmara por televisión, una fuente reservada del Gobierno estadounidense había anticipado la operación a la prensa acreditada en la Casa Blanca.
“Durante el fin de semana, Estados Unidos llevó a cabo una operación antiterrorista contra un importante blanco de Al Qaeda en Afganistán; la operación fue exitosa y no hubo víctimas civiles”, adelantó la fuente, según las agencias de noticias AFP y Europa Press, y la televisora NBC News.
La presencia de Zawahiri en Kabul representó una “clara violación” del acuerdo que los talibanes firmaron con Washington en 2020, en el que se comprometieron a no permitir que Afganistán se convirtiera en un refugio yihadista, afirmó esta noche una fuente del gobierno estadounidense.
“Esperamos que respeten los términos del acuerdo de Doha, y la presencia de Zawahiri en el centro de Kabul era una clara violación de ellos”, dijo el vocero, mientras Biden daba su discurso por televisión.
En tanto, “los talibanes confirmaron el ataque en Kabul y lo condenaron como una ‘violación de los principios internacionales'”, afirmó, sin más detalles, la televisora qatarí Al Jazeera en su sitio web.
Zawahiri nació el 19 de junio de 1951 en Maadi, cerca de El Cairo, Egipto, en una familia burguesa, y era cirujano. Su padre fue médico y su abuelo, un gran teólogo de la mezquita Al Azhar, en la capital egipcia.
A los 15 años ya integró la cofradía de los Hermanos Musulmanes, una organización islamista considerada terrorista por Rusia y Egipto.
En 1981 estuvo implicado en el asesinato del presidente egipcio Anwar El Sadat, por lo que estuvo preso tres años.
Después viajó a Arabie Saudita, Estados Unidos y finalmente a Pakistán, a mediados de la década de los 80. Allí atendió como médico a los yihadistas que luchaban contra las tropas soviéticas y conoció a Ben Laden.
Estuvo mucho tiempo al frente de la Yihad Islámica Egipcia (JIE) y se unió a Al Qaeda a fines de los 90, según AFP.
Washington lo incluyó en su “lista negra” por haber apoyado los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en agosto de 1998.
Asimismo, Egipto lo condenó a muerte en rebeldía por numerosos atentados, en particular uno en Luxor en 1997, en el que murieron 62 personas, de las cuales 58 eran turistas extranjeros.
Al Qaeda ya había sufrido otro duro golpe en agosto de 2020, cuando el número dos de la organización, Abdullah Ahmed Abdullah, fue asesinado en Teherán por agentes israelíes en una operación secreta dirigida por Washington.
El anuncio de la operación se produjo casi un año después de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, que permitió a los talibanes recuperar el control del país 20 años después de ser derrocados.
“Cuando terminé la misión militar estadounidense en Afganistán, hace casi un año, decidí que Estados Unidos ya no necesitaba tener hombres en Afganistán; en ese momento les prometí a los estadounidenses que continuaríamos realizando operaciones antiterroristas efectivas en Afganistán y lo hicimos”, recalcó hoy Biden.
A mediados de julio, Estados Unidos anunció que mató al líder del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, Maher al Agal, durante un ataque también con drones, una operación que “debilitó considerablemente la capacidad” de la organización “para preparar, financiar y llevar a cabo operaciones en la región”, afirmó un vocero militar estadounidense.
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