La novia de Sabag Montiel estaba con él cuando atacó a Cristina Kirchner

La novia de Fernando Sabag Montiel estaba a metros suyo el jueves a la noche, cuando intentó dispararle en la cabeza a Cristina Kirchner en Recoleta. Su presencia quedó registrada en un video que está en manos de los investigadores, confirmaron hoy fuentes judiciales.
A partir de un video del ataque que se volvió viral fue posible confirmar la presencia de Brenda Elizabeth Uliarte a metros de la casa de la vicepresidenta, ubicada en Juncal y Uruguay. Aunque apenas se la ve de espaldas cuando caminaba por la calle, fuentes de la investigación aseguraron que se trata de ella.

Uliarte, de 23 años, está detenida desde el domingo pasado en una sede policial de Villa Lugano a la espera de prestar declaración indagatoria en la causa que investiga el atentado a Cristina Kirchner.
Otras cuatro personas se presentaron ante la justicia este lunes en calidad de testigos, y todas -inluida Uliarte- entregaron sus celulares para que los investigadores puedan cotejar mensajes, fotos y otros datos.

Uliarte aguardaba para prestar declaración ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo en tanto por el momento tiene defensa oficial al igual que su novio, Juan Martín Hermida, porque era el abogado que estaba de guardia.

Mientras tanto siguen las tareas para acceder a la información del teléfono celular de Sabag Montiel, de 35 años.
Capuchetti impuso el domingo a última hora el secreto de sumario en la causa. Horas después se concretó la orden para detener a Uliarte, en la estación Palermo del Tren San Martín, donde se la ubicó mediante un seguimiento a su teléfono en tiempo real.

Uliarte había dado el viernes una entrevista en el canal de televisión Telefé donde se presentó como “Ámbar” y se quejó de que habían secuestrado sus pertenencias en el marco de un allanamiento.

En esa entrevista, la joven explicó que trabajaba vendiendo copos de azúcar, que había conocido a Sabag Montiel “hacía poco tiempo” y lo calificó de “buena persona”. También afirmó que nunca pensó que esa noche en la puerta de la casa de la Vicepresidenta “podía hacer algo así”.

“La verdad no encuentro explicación, yo no pensé que era una persona así, estoy perpleja como todos ustedes”, aseguró Ambar, quien añadió que la imagen que tenía de Sabag Montiel era de “una persona copada, que hace chistes, amoroso, era buena persona”.

Uliarte ya había tenido, al igual que Sabag Montiel, algunas participaciones en móviles del canal Crónica TV. Horas antes de su detención había realizado un vivo de Instagram en el que hizo algunas declaraciones al menos polémicas: “No hay reconciliación con los corruptos. Basta de corrupción, sea de quien sea, de cualquier bando político. Basta de la corrupción. De cualquier país, de donde sea. Basta de corrupción”.
También, previo a la detención, la joven realizó algunas publicaciones, entre ellas una con un fragmento del discurso del diputado Javier Milei en la sesión extraordinaria del sábado pasado en la que se repudió el ataque contra Cristina Kirchner.

Los investigadores habrían logrado reconstruir con imágenes de cámaras de seguridad que la joven habría compartido buena parte del trayecto hasta la casa de la Vicepresidenta con el agresor, lo que contradice lo que ella misma manifestó en el reportaje televisivo en el que afirmó que no veía a Sabag Montiel desde el martes anterior al atentado a Cristina Kirchner.

Portavoces judiciales ya habían señalado la sospecha de que el principal acusado por el intento de magnicidio no habría actuado solo, teniendo en cuenta los primeros resultados de los análisis de cámaras de seguridad. La teoría es uno de los motivos por los cuales se impuso el secreto de sumario.

El juzgado analizaba además los llamados entrantes y salientes del teléfono celular Samsung de Sabag Montiel, detenido en el lugar de los hechos tras el intento de homicidio a la Vicepresidenta.
Además se analizaban información obtenida al ingresar a su computadora y la tarjeta SIM y el chip del celular, pese a que no se pudo aún acceder al aparato que sufrió un “bloqueo de fábrica” se cree que mientras era peritado.