“Paloma” y “Pampa”, dos hembras adultas de puma de 10 y 7 años respectivamente, fueron madres entre agosto y septiembre de este año en el ámbito del Parque Patagonia. Cada una tuvo dos crías.
“Paloma” eligió parir entre un matorral muy denso y protegido de calafates y molles, al margen de la meseta Sumich, ubicada en el Portal Cañadón Pinturas del Parque Patagonia. “Pampa’’ tuvo sus crías en el faldeo de la meseta del Lago Buenos Aires, entre rodado de piedras con calafate. Los lugares se pudieron determinar con precisión gracias a las cámaras trampas en el primer caso, y al collar con GPS que portaba la segunda, todas iniciativas llevadas adelante por el equipo de Rewilding en Parque Patagonia.
En un hecho inédito y siempre con la tecnología como aliada de la conservación de esta especie, los técnicos pudieron capturar y equipar con collares VHF a 3 de los recién nacidos. “Por el momento equipamos con un collar a los dos cachorros de ‘Pampa’ y a uno cachorro de ‘Paloma’”, explica Emanuel Galetto, coordinador del equipo.
“Es la primera vez que colocamos collares a cachorros de pumas. Están diseñados para expandirse con el crecimiento del cuello de los cachorros. Los fabrica una empresa de radiometría de vida silvestre de EE. UU. y emiten señal VHF. Si el material no se rompe, pueden llegar a durar dos años en los cachorros”.
Emanuel explica que desde 2019 se vienen monitoreando animales adultos. “Estos nuevos collares nos permitirán monitorear la población de pumas prácticamente desde que nacen”.
Los datos arrojados por este tipo de relevamiento es muy importante para entender la tasa de supervivencia de las crías del depredador tope de la estepa patagónica.
“En estos 4 años de trabajo hemos notado que varias hembras pierden sus cachorros antes del año, y se desconocen las causas de muerte”, describe el coordinador. En teoría, los pumas adultos regulan la población de juveniles, pero se desconoce el porcentaje de esta acción y el impacto que esto produce en la población.
Donde se establecen los cachorros que nacen en el PP una vez que se independizan, si se alejan mucho del área de acción de las madres o se quedan por los alrededores, si se instalan en propiedades vecinas o se establecen en las que nacieron, todos estos parámetros ahora podrán profundizarse para entender aún más sobre este bello animal. Siendo los juveniles los que probablemente más dispersan, “en esta etapa podrían generar conflicto con el ser humano”, agrega Ema.
Los integrantes del equipo de Rewilding están expectantes a nuevos nacimientos para colocar los 2 collares que aún tienen disponibles, para poder monitorear 5 cachorros en total. “Esperamos que, si llegan a cumplir los dos años de vida con los collares puestos, podamos recapturarlos y colocarles un collar GPS para poder evaluar su dieta, dependiendo del lugar donde se establezcan”.
Galetto y el equipo transmiten su compromiso a quienes quieran escucharlos: “Siempre la intención final de lo que hacemos es conocer y encontrar herramientas para revalorizar el puma y la importancia de una población saludable dentro de un ecosistema como el que compone Parque Patagonia y sus alrededores”.
Fuente: Ahora Calafate
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