Irán ejecutó a otros dos hombres por protestar contra el régimen

El régimen de Irán ejecutó este sábado a dos hombres que supuestamente admitieron haber matado a un paramilitar durante las recientes manifestaciones desencadenadas por la muerte de la joven kurda Mahsa Amini.
Con este tipo de castigos, las autoridades buscan frenar las prolongadas protestas generalizadas que desafían a la teocracia gobernante.

“Mohammad Mahdi Karami y Seyyed Mohammad Hosseini, los principales autores del crimen que condujo al martirio de Ruhollah Ajamian, fueron ahorcados en la mañana”, indicó Mizan Online, la agencia de información del poder judicial designada por el régimen.

No quedó claro qué tribunal juzgó a los dos hombres. Sus penas fueron dictadas por las Cortes Revolucionarias iraníes, donde los procedimientos se realizan a puerta cerrada y que han sido criticadas por la comunidad internacional
Ajamian era un miembro de 27 años de la milicia paramilitar Basij, afiliada a los Guardianes de la Revolución, que murió el 3 de noviembre en Karaj, una ciudad al oeste de Teherán.
El tribunal de primera instancia condenó a muerte a los dos hombres el pasado 4 de diciembre, indicó la mencionada agencia. El veredicto fue confirmado el 3 de enero por la Corte Suprema de Irán, añadió.
Irán se ha visto sacudido por protestas multitudinarias tras la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda de 22 años que había sido detenida por presuntamente vulnerar el código de vestimenta, que incluye el uso del velo.
Desde el inicio de estas manifestaciones, la justicia iraní condenó a muerte a 14 personas vinculadas con estas protestas, según un recuento de la AFP basado en informaciones oficiales.
De ellas, cuatro han sido ejecutadas, otras cuatro recibieron una confirmación de la condena por parte de la Corte Suprema, seis esperan un nuevo proceso y dos pueden apelar la decisión.
Activistas del país aseguran que otra decena de personas se enfrentan a acusaciones que pueden tener como consecuencia la pena capital.
Estas ejecuciones han provocado fuertes críticas internacionales, especialmente desde países occidentales, que han pedido a Irán que ponga fin a los ahorcamientos.
Al menos 517 manifestantes han muerto y más de 19.200 personas han sido arrestadas, según Activistas de Derechos Humanos en Irán, un grupo que sigue de cerca los disturbios. Las autoridades del régimen iraní no han ofrecido un conteo oficial de fallecidos o arrestados.
Al menos 2.000 personas han sido acusadas por la Justicia iraní de diversos delitos por su participación en las movilizaciones.
Según diversas ONG, más de 450 personas han muerto en los últimos meses en Irán en las diferentes manifestaciones de protesta, que han sido reprimidas con contundencia por la policía.