Cinco aviones Super Etendard, que fueron retirados de servicio por a falta de piezas de repuestos que son esenciales para su funcionamiento, adquiridos durante el gobierno de Mauricio Macri por 12,5 millones de euros nunca volaron ni tampoco lo harán.
El Ministro de Defensa nacional, Jorge Taiana, le pidió al gobierno francés que realice las gestiones para proveer los asientos eyectables y otras piezas clave de las naves para que puedan ponerse en funcionamiento, pero el titular de Desarrollo Internacional de la Dirección de Armamento del Ministerio de Defensa de Francia, ingeniero Gael Díaz De Tuesta, explicó que esto no será posible: “Se nos pidió un esfuerzo para encontrar la solución para que los aviones estén en condiciones de volar. Desafortunadamente y después de haber evaluado todas las posibilidades, lamento informarle que no fue posible cumplir con ese objetivo”.
Macri compró los Super Etendard con el argumento de que servirían para el caso de un ataque durante la cumbre del G-20 realizada a fines de 2018, pero nunca despegaron ni podrán hacerlo.
La compra de las naves está siendo investigada por la Sindicatura General de la Nación, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y la Oficina Anticorrupción.
El 17 de marzo, el Ministerio de las Fuerzas Armadas se dirigió a la Argentina para explicar que no se consiguió el objetivo: “Las restricciones del Reino Unido respecto de exportaciones a la Argentina impiden conseguir los repuestos para los asientos eyectables”.
Ya en 2022 el Ministerio de Defensa concluyó a través de una investigación interna y auditoría que los Super Etendard eran aparatos que no se utilizaban y que previamente a la compra de Macri se sabía que no iban a poder volar. La operación fue firmada por el entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro Oscar Aguad, en tanto que los fondos los dispuso el entonces titular de Economía, Nicolás Dujovne.
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