En un intento por llegar a las elecciones sin mayores sobresaltos inflacionarios, la secretaría de Comercio comenzó a cerrar acuerdos dentro del programa Precios Justos con empresas de distintos sectores de bienes durables y semidurables. Lo llamativo es que esos convenios se estipularon hasta mediados de agosto, es decir, después de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
El objetivo del Gobierno es contener dentro de un sendero de estabilidad el rumbo de los precios de distintos productos hasta las elecciones primarias, que se desarrollarán el domingo 13 de agosto.
Según pudo saber TN, las empresas ya están firmando las adendas con la secretaría que comanda Matías Tombolini. Estos convenios no incluyen a los productos de consumo masivo, sino a productos de línea blanca, electro, celulares, calzado, indumentaria, bicicletas y motos. Los artículos incluidos no tendrán aumentos hasta el 15 de agosto y tomarán como base los precios establecidos al 31 de mayo.
Dentro de este acuerdo se encuentran sectores que incrementaron sus importaciones de insumos en un 20% en promedio. “Con lo cual pueden hacer este esfuerzo”, argumentan en despachos oficiales. “Además, son empresas que tienen un régimen de acceso a las divisas privilegiado”, insistieron. En este escenario, las compañías se comprometieron también a aumentar la cartelería y la publicidad de Precios Justos en todos los locales.
La medida no incluye, por lo menos hasta ahora, a productos de consumo masivo, que mantendrán la pauta de una suba máxima del 5% mensual, dividida en dos etapas: 3,8% en la primera quincena y el resto, en la segunda. La mayoría de estos bienes durables alcanzados se producen con componentes importados.
La intención oficial detrás de esta medida es que la inflación no traiga una mala noticia antes de las elecciones. Luego del 8,4% de abril y el 7,8% de mayo, el Gobierno aspira a tener una desaceleración en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que difunde el INDEC para los próximos meses.
Lo cierto es que al momento, en junio las proyecciones inflacionarias son más alentadoras. Los analistas esperan un número en torno al 7%.
La inflación de junio va a estar un poco por debajo del 7%, proyectan en la consultora C&T Asesores Económicos. El número, incluso por debajo de mayo, responde a que los alimentos no aumentaron demasiado en la primera quincena del mes y que, a diferencia de mayo, solo aumentó la electricidad y no los demás servicios.
La consultora LCG espera un número en torno al 7%. “El 8,4% de abil respondió a un salto del dólar paralelo que se trasladó a precios. No significa que la inflación desacelera, sino que vuelve al piso anterior previo al pico”, señala Matías de Luca, analista de la firma. Los alimentos desaceleraron en mayo y se mantuvieron en esos niveles en junio, añade, y concluye que “la tendencia se suaviza, pero sigue alta”.
En el mismo sentido, Lucio Garay Méndez, de Eco Go, estima una inflación del 7% para el sexto mes del año. “Mayo contaba con el fuerte arrastre que dejó la suba de la brecha a fines de abril. En cambio junio viene siendo un mes macro más tranquilo. El dólar paralelo se mantuvo estable, el dato de inflación de mayo fue menor a lo esperado, el déficit fiscal también fue bajo, las reservas siguen cayendo, pero sobre niveles parecidos, tampoco hubo muchos aumentos en los regulados, apenas un aumento superior al pautado en combustibles”, precisa.
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